«Vale la atutía para muchas enfermedades, para llagas de nervios, para úlceras de las partes secretas y para males de ojos, por ser de temperamento frío y seco, aunque por ser mineral, tiene partes acres y mordaces, con las cuales podría causar dolor y mordicación, y por tanto conviene que se prepare y lave primero que se aplique del modo que luego diremos».
Segunda parte de la medicina y cirurgia, que trata de las vlceras en general y particular, y del Antidotario, en el qual se trata de la facultad de todos los medicame[n]tos assi simples como compuestos segun Gal. en el libro quarto y quinto de la facultad de los simples, con otros tratados. Doctor Juan Calvo, Valencia, 1599
La atutía era un ungüento elaborado a base de óxido de cinc muy utilizado en la medicina árabe para la irritación de los ojos. Con el tiempo pasó a ser la antonomasia de cualquier remedio; luego sería fácil y rápido empezar a decir algo como eso no se cura ni con atutía o no hay atutía que remedie ese mal.
La palabra debió de evolucionar en el árabe andalusí desde el árabe formal at-tutiyya (التوتيا) y, más adelante, perdió los restos del artículo, tal como les pasó a muchas otras palabras patrimoniales andalusíes. Eso seguramente ocurrió al poco de empezar a pronunciarla personas que ya no hablaban árabe andalusí, a las que tutía les sonaba a la hermana del padre o de la madre de su interlocutor. Y así, siglos después, cuando alguien exclama ¡es que no hay tutía!, en el imaginario del hablante y de quien lo oye se aparece una señora.
Sin embargo, el significado de la locución no ha variado nada. En cualquier contexto, quien lo dice pone algo de énfasis en la palabra y cierta entonación que puede expresar mosqueo o queja; a veces tiene algo de ya te lo dije pero nunca me haces caso; y siempre, denota cierta resignación, más o menos desesperada, a que las cosas no puedan estar mejor.
Este blog quiere ser un tarro de atutía, es decir, un remedio, no un tratado de gramática; un ungüento, no un prescriptor de puntuación y ortografía; una cataplasma, no una voz autorizada de la lexicología hispánica; un bálsamo, no un libro de estilo; un emplasto, no un diccionario; un linimento elaborado a base de bastantes años de oficio de correctora, de muchas dudas, de no pocas horas de estudio y de algunos maestros y compañeros.
Una bizma para todos los públicos, pero no la purga de Benito. Cuando al leer un texto sangran los ojos, hay que buscar un corrector profesional; o mejor, dos (uno después de otro, no a la vez), pero, si solo lagrimean, sí hay tutía.
En un mes en estas tierras lejanas, voy haciendo una lista de autoras y autores muy académicos, muy universitarios, muy profesionales distinguiéndolos por si dicen que las mujeres desempeñan o JUEGAN papeles determinantes en tal o cual cosa. Te vas a imaginar rápido cuál de las dos columnas es más gordita. Pero eso sí, cada vez que alguien joue algo pienso en ti y me entran ganas de verte. ¡Qué bueno el blog mientras eso llega!
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Mi querida Alba, ya sabes donde te espera un botella de vino; cuando tú quieras. Mientras, desempeña el papel de dispensadora de atutía en todos los textos que te encuentres.
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Gracias Pilar, me ha encantado aprender sobre la tutía y entender al fin que, efectivamente, no había mi tía sino la tutía.
Imagino que en árabe se le debe de dar ese nombre por el color rojizo del óxido, de tut, fresa o mora, pero siendo así, se escribiría con ta’ marbuta y no alif, no?
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Gracias a ti, Blanca, por leer y comentar.
En realidad, la atutía es blanca grisácea, porque coge el color del cinc (que sea un óxido no implica que tenga color de oxidado); y digo es, en presente, porque aunque haya perdido el nombre un compuesto similar se añade a las pinturas para prevenir la aparición de hongos.
Lo que he averiguado respecto al nombre es que es de origen sánscrito y, por tanto, no sale de una raíz trilítera árabe. Por otra parte, al castellano llegó por el andalusí, y en ese escalón intermedio todas las palabras daban al menos un cuarto de vuelta. (He buscado la palabra en algunos diccionarios de árabe y no la he encontrado).
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¡Qué bien todo lo que se puede aprender de cualquier cosa! ¡Gracias!
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Gracias a ti,por leerlo y aportar lo que sabes.
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Me parece un blog muy interesante, Pilar. Me tendrás por aquí de visita.
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Gracias, Gemma. Espero que te resulte útil e interesante.
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