Esto es lo que era (relativos -y 2-)

Al final de la anterior dosis de atutía quedaban sobrevolando unos trastornos relacionados con el uso de los pronombres relativos. Si alguien creía que no hay manera de meter la pata con los relativos, aquí empieza la diversión.

EL RELATIVO donde NECESITA UN ANTECEDENTE DE LUGAR

El uso de donde como relativo da lugar a horrorismos tan frecuentes como inexplicables, así que insistiremos: el relativo donde necesita un antecedente de lugar; por tanto no sirve cuando el antecedente es temporal; ahí va bien un cuando:
La tía Perfecta cenaba crema de zapallo los jueves, donde iba a verla su sobrino.
La tía Perfecta cenaba crema de zapallo los jueves, cuando iba a verla su sobrino.

Además de ese cuando, siempre funciona un relativo general formado con que o cual:
¡Qué pena de época!, donde cuesta más un pantalón roto que un mantón de Manila.
¡Qué pena de época!, en la que cuesta más un pantalón roto que un mantón de Manila.

Tampoco sirve un donde cuando parece que el antecedente es un lugar, pero, en realidad, se refiere a un ente:
Ya no dan acelgas con patata los restaurantes de mi barrio, donde quieren parecer tan modernos que todo lo verde lo pasan por la minipímer y dicen que es un esmuzi.
Ya no dan acelgas con patata los restaurantes de mi barrio, que quieren parecer tan modernos que todo lo verde lo pasan por la minipímer y dicen que es un esmuzi.

O, incluso, un concepto:
Marcel no se acostumbra a esa situación, donde para vender unas magdalenas hay que tener el First Certificate.
Marcel no se acostumbra a esa situación, en la que para vender unas magdalenas hay que tener el First Certificate.

Y, lo que es peor, a veces aparece un donde sin que haya oración de relativo:
Esa casilla de señora o señorita la va a contestar Rito el Cantaor, donde una mujer no tiene por qué dar más explicaciones de su vida que un hombre.
Esa casilla de señora o señorita la va a contestar Rito el Cantaor, ya que una mujer no tiene por qué dar más explicaciones de su vida que un hombre.

Hasta hay quien usa donde para introducir una explicación:
La situación se volvió insostenible donde llovían críticas de todas partes.
La situación se volvió insostenible y por eso llovían críticas de todas partes.

LO QUE DICE UNA COMA ANTES DE UN que

Vamos con la perogrullada: una oración explicativa es la que explica algo del antecedente y una oración especificativa es la que especifica el antecedente. ¿Que cómo se nota por escrito que es una cosa o la otra? Pues con unas comas:
♦ El abuelo, que no se quitaba la boina jamás en público, estaba calvo perdido.
♣ El abuelo que no se quitaba la boina jamás en público estaba calvo perdido.

En la primera frase se habla de un abuelo, el único posible, y de él se dice que no se quitaba nunca la boina. En la segunda frase, se dice que, de entre varios abuelos, uno llevaba boina y no se la quitaba nunca, lo cual no permitía verle la calvorota.

Esa diferencia se marca al hablar con sendas pausas y con una entonación característica. Es algo así como si dijeras: «El abuelo, que, dicho sea de paso, no se quitaba jamás la boina en público…». Y eso mismo se expresa mediante las dos comas que encierran la explicación. Por eso hay que fijarse en si se pone una coma detrás del relativo o no, para así decir lo que se quiere decir, no otra cosa:
♦ Soledad, no quiero que toques la nave intergaláctica nueva que está en el garaje.
♣ Saturio, no quiero que toques la nave intergaláctica nueva, que está en el garaje.

El extraterrestre que le habla a Soledad tiene más de una nave nueva y le da lo mismo lo que hagan con las que están aparcadas en la calle; sin embargo, la que tiene en el garaje debe de ser la niña de sus ojos. En cambio la extraterrestre que le habla a Saturio le advierte de que ni se acerque a la nave nueva, la única nave nueva; para más señas, está en el garaje.

CONDICIONES PARA UN cual

El relativo que es uno de los que da menos problemas y de los que más naturalidad le confiere al texto. Y otro de amplio espectro es cual/cuales; amplio, sí, pero no universal, ya que tiene algunas limitaciones.

Antes de el cual, y sus derivados, tiene que haber una preposición o una coma:
♦ La nave intergaláctica de la que te he hablado solo la tapizan de Vía Láctea.
♣ 
La nave intergaláctica nueva, la cual vamos a coger solo los fines de semana, estará tapizada de agujero negro; y no se hable más.

La segunda frase es explicativa. Si Saturio o Soledad tienen varias naves nuevas y quieren hacer la frase especificativa (quitando la coma) tienen dos soluciones: o cambiar de relativo o poner una preposición:
La nave intergaláctica nueva la cual vamos a coger solo los fines de semana estará tapizada de agujero negro; y no se hable más.
La nave intergaláctica nueva con la cual vamos a viajar solo los fines de semana estará tapizada de agujero negro; y no se hable más.
La nave intergaláctica nueva que vamos a coger solo los fines de semana estará tapizada de agujero negro; y no se hable más.

Nunca es correcto usar el cual sin coma o sin preposición; esa es la norma para escribir. Ahora bien, lo importante es percibir la diferencia de significado según haya una coma antes del relativo o no:
El camarero que tira bien las cañas es un borde. ⊗ El camarero el cual tira bien las cañas es un borde.
El camarero, que tira bien las cañas, es un borde. = El camarero, el cual tira bien las cañas, es un borde.

La suerte es que, ante la duda, el relativo que bien combinado con una preposición, y con unas comas si las necesita, funciona siempre:
Ese jersey, que pica una barbaridad, se lo hizo su suegra, y claro…
La piscina en la que me bañé tenía mucho cloro y demasiadas pirañas.
Las pinzas con las que te depilas las cejas son una porquería.
Va y el concierto es justo la noche en la que me toca guardia.
El pequeño es el geranio al que siempre tengo que quitarle los pulgones.
Esa es la amiga con la que no querría ir de vacaciones.

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9 comentarios en “Esto es lo que era (relativos -y 2-)

  1. Me gusta tu análisis. Sin decirlo, recomiendas pensárselo mucho antes de utilizar «el cual». Los alumnos siguen creyendo que es más elegante, pero están equivocados. Es mejor que el relativo pase casi desapercibido, cosa imposible con «el cual», dada su condición de palabra tónica.
    Un saludo,
    Pedro Jimeno

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  2. Las cosas verdes esas llamadas esmuzis saben a rayos, en estoy de acuerdo, pero donde las dan, las toman. Y es en los restaurantes.
    Ya no dan acelgas con patata en los restaurantes de mi barrio, que quieren parecer tan modernos que todo lo verde lo pasan por la minipímer y dicen que es un esmuzi.
    No me convence, porque el «que» tras la coma se refiere obviamente a «los restaurantes de mi barrio», único sujeto anterior. Entonces son los restaurantes que pasan todo por la minipimer. Se puede expresar así, por supuesto («Los hoteles de Marbella le han prohibido a Soledad aparcar su nave intergaláctica en la piscina»), pero no es muy habitual en el habla: No decimos «Este restaurante te clava» sino «En este restaurante te clavan». Y de hecho, la frase empieza así: «Ya no dan acelgas con patata en los restaurantes. El sujeto no son los restaurantes, sino una tercera persona plural que trabaja en ellos (Distinto sería: «Los restaurantes de mi barrio ya no dan acelgas; quieren parecer tan modernos que…»). Por eso veo correcta la frase en rojo:
    Ya no dan acelgas con patata en los restaurantes de mi barrio, donde quieren parecer tan modernos que todo lo verde lo pasan por la minipímer y dicen que es un esmuzi.
    El «donde» aquí sí es un lugar: el interior de los restaurantes. Análogo a:
    «Ya no se admiten extraterrestres en los hoteles de Marbella, donde todas las tumbonas de las piscinas las reservan ahora a jequesas en traje espacial».

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    • No lo veo así, Ilya, porque lo que quiere decir quien emite esa frase no es que no ponen acelgas con patatas en ese espacio físico, sino que la entidad restaurante ha retirado las acelgas con patata de su carta; o sea el antecedente del relativo son las empresas, los negocios, no el local con mesas y sillas. De todas maneras, la inconveniencia de usar donde en esa frase se debe más al sentido de la segunda parte, que casi quiere decir: «… en los restaurantes de mi barrio, porque quieren parecer tan modernos que todo lo verde lo pasan por la minipímer y dicen que es un esmuzi». Pero me doy cuenta de que el matiz es sutil, así que voy a hacerte caso y a modificar el ejemplo (basta con quitar la preposición en). Gracias por leer con tanta atención y señalar que algo no acaba de funcionar.

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  3. El gusto es mío: cada vez que hay una dosis de Atutía me siento como si visitara una exposición del Bosco. No por la gramática, sino por los ejemplos.
    Pero sí, claro que que los restaurantes pueden ser concepto, no lugar. El problema para mí es que la frase no es tan suave como un esmuzi si cambia el sujeto entre los tres verbos «no dan», «pasan», «dicen». Si los restaurantes son el sujeto, obviamente todo funciona, y obviamente para el ‘donde’ no ha lugar.

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    • ¡Leñe! lo del Bosco me impresiona.
      Hoy he oído en la radio esto: «A nivel profesional tenemos la SL Masters, que es el campeonato nacional, donde va a reunir a los mejores jugadores del país»; y así todo los días cada vez más. Preveo una evolución hacia donde como relativo universal en lugar de que.

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  4. Da gusto leer todo lo que se publica en este blog, comentarios incluidos. También da un poquito de reparo, por si cometo algún error (ahora mismo estoy escribiendo con la sensación de que me va a leer el Tribunal Supremo, qué angustia, ja ja ja).

    Es una lástima que en los programas de radio o televisión (y en algún periódico también) se puedan encontrar tantos fallos lingüísticos, después de todo son profesionales de la lengua que, además, tienen mucha audiencia. No es de recibo que hablen mal. Ya tenemos suficiente con las nuevas formas de expresión en whatsapps, sms, twitter y demás, creo que hemos hecho el cupo y nuestras neuronas merecen un poco de paz…

    Un saludo.

    PD: Me ha encantado.

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    • ¡Qué bien que te haya gustado, Nuria! Me alegro mucho de que te interese. No tengas el más mínimo reparo en escribir un comentario. Soy de la opinión de que hay que corregir los textos y señalar los errores, pero nunca enmendarle la plana a una persona que habla o escribe ni, mucho menos, señalar con el dedo a quien, si bien usa usa la lengua, no la tiene como objeto principal de su oficio.
      Tienes razón en que los medios de comunicación han bajado mucho la exigencia de los conocimientos de lengua de la gente que habla y escribe en ellos. No obstante, me parece que la responsabilidad es más de los medios que de las personas; algunas de ellas son jóvenes que no han recibido la formación adecuada en ese ámbito, les pagan una porquería por hacer lo que hacen y ni siquiera tiene la oportunidad de ejercer al lado de los mayores para ir aprendiendo. Ahora, los medios, esos sí tienen la culpa: han eliminado los correctores de su trabajo cotidiano y han dejado de preocuparse por la lengua; los objetivos y las exigencias del periodismo han cambiado. Claro que las de los libros publicados por editoriales de renombre y relumbrón, también; y eso me parece más grave.
      Un abrazo.

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