Ni 1 ni 2 ni 3, sino casi 4 meses son los que llevo sin dispensar una dosis de atutía. Aunque quizá quedaría mejor escribir que no son ni uno ni dos ni tres, sino casi cuatro los meses. Eso hace ciento dieciocho días, o sea, ciento sesenta y nueve mil novecientos veinte minutos, que parece que se lee peor que si hubiera escrito 169 920 minutos. Lo cierto es que, a la hora de escribir cantidades, siempre surge la duda de si escribir palabras o cifras; y disiparla no es fácil ni tiene una respuesta única.
Para empezar, hay que pensar en el tipo de texto. En un libro de matemáticas, física, biología o cualquier otra disciplina que maneje conceptos mensurables o cuantificables, es lógico escribir cifras. En el otro extremo, en textos literarios no se suelen usar cifras, salvo para años, siglos, milenios y, quizá, incluso la fecha completa; si se trata de una narración, es habitual que en los diálogos no haya ninguna cifra.
—Solo tú puedes pensar que vivo en el número trescientos cincuenta de un callejón que a duras penas llega a los doscientos metros.
—¡Yo qué sé! Como me diste la dirección a las tres cuarenta y dos de la madrugada del treinta y uno de diciembre y nos habíamos bebido ya mil ciento veinticinco mililitros de tintorro, igual no retuve el número en la memoria ni cero coma cinco décimas de segundo.
Esa conversación se desarrollaba un 29 de febrero, así que iba a ser difícil celebrarla en los años siguientes.
A pesar de que no hay normas, si el texto no es narrativo, se suelen seguir algunos usos y costumbres, que indican cuándo es preferible escribir los números con guarismos y cuándo con palabras.
EN CIFRAS
• Cuando se trata de números formados por más de cuatro palabras.
En lo que va de año, he oído a 23 703 personas que creen que poner en valor es más preciso o expresivo que destacar, resaltar, valorar, reconocer…
• Si hay decimales y en las cantidades a las que sigue un símbolo.
Si el trabajito me sale a más de 35,6 €/h, le dedicaré el 17 % más de tiempo.
Por cierto, se puede leer y escribir treinta y cinco con seis o treinta y cinco coma seis, es decir, uniendo la parte entera y la decimal mediante la preposición con o mediante el sustantivo coma.
• Cuando la cantidad indica un orden y va detrás del sustantivo.
♦ Hay que abrir el libro por la página 17 en la habitación 4 del piso 2.º.
♦ Hay que abrir el libro por la diecisiete en la cuarta habitación del segundo piso.
• En números codificados, como el DNI, el número de teléfono, el código postal o una referencia comercial, entre otros muchos. Claro que si un personaje de una novela le da a otro el número de teléfono en un diálogo, volvemos al principio de esta dosis, lo más adecuado es que se lo diga con todas las palabras.
¡Ah!, sí hay una norma, internacional por más señas: en las cantidades escritas en cifras no se usa punto para separar grupos de tres guarismos. Las cantidades formadas por cuatro cifras no se separan de ninguna manera y cuando tienen más de cuatro se separan de tres en tres mediante un espacio fino, sobre cuyo uso y escritura hay una dosis de atutía.
Te lo he dicho 3.705 veces: que quites los 24.618 puntos que has puesto en la lista de poblaciones de más de 5 000 y menos de 50.000 habitantes.
Te lo he dicho 3705 veces: que quites los 24 618 puntos que has puesto en la lista de poblaciones de más de 5000 y menos de 50 000 habitantes.
EN LETRAS
Para evitarse un problema, se podría decir que va en letras siempre que no va en cifras, pero antes o después eso va a dar un quebradero de cabeza. Una vez más, hay que recordar que no hay normas, pero sí costumbres y las recomendaciones siguientes sobre cuándo escribir las cantidades en palabras.
• Como se deduce del apartado «En cifras», cuando se trata de números formados por menos de cuatro palabras, sobre todo si son de una sola palabra.
Son ya diez las ovejas que pasan del perro; habrá que pactar con ellas para que vuelvan al redil a las cinco.
No obstante, hay ocasiones en las que el texto pide números para ganar claridad y transmitir de un solo vistazo la información relevante.
Limite de aforo: 500 personas.
Datos para el censo: 1000 ovejas, 50 pastores y 5 perros.
Mezcla los 2 tomates cortados en trocitos con los 2 aguacates y 10 ml de zumo de lima. Déjalo reposar 10 min, o sea, recorre 20 veces los 5 metros del pasillo.
• Cuando se expresa un cantidad aproximada.
Con unas 200 ovejas sacaremos aproximadamente 400 jerséis de aquí a 6 meses más o menos.
Con unas doscientas ovejas sacaremos aproximadamente cuatrocientos jerséis de aquí a seis meses más o menos.
Atención, que en unas treinta y tres ovejas sobra el unas, en aproximadamente cuatrocientos veintiún jerséis, el aproximadamente, ya que esas cantidades no tienen nada de aproximadas.
• Si se usan números en expresiones puramente orales se escriben siempre en palabras.
Con 4 pingos te haces un disfraz de carnaval en 2 patadas, aunque lo hayan sacado ya 1000 veces.
Con cuatro pingos te haces un disfraz de carnaval en dos patadas, aunque lo hayan sacado ya mil veces.
• Los números fraccionarios si no se trata de un texto técnico.
De los asistentes al entierro, 1/3 no conocía al muerto de nada.
De los asistentes al entierro, un tercio no conocía al muerto de nada.
¿Y PUEDO MEZCLAR CIFRAS Y LETRAS?
Cuando haya magnitudes y sus unidades en textos que no sean técnicos, se puede escribir la cantidad en cifras y la unidad en letras (10 mililitros, 5 metros) o todo en letras (diez mililitros, cinco metros), pero no en letras la cantidad y con símbolo la unidad (diez ml, cinco m), porque no hay quien lo lea y, además, queda feísimo.
Ocurre lo mismo con algunos símbolos.
El cuarenta y uno % de los matriculados en Ortografía y Ortotipografía se arrepienten cuando llegan a la escritura de las cantidades.
El 41 por ciento de los matriculados en Ortografía y Ortotipografía se arrepienten cuando llegan a la escritura de las cantidades.
El 41 % de los matriculados en Ortografía y Ortotipografía se arrepienten cuando llegan a la escritura de las cantidades.
La segunda forma se da por correcta, pero si ya has puesto una cifra, ¿por qué asustarte al llegar al símbolo? Si ya le has facilitado al lector que tenga la información a simple vista, ¿para qué le camuflas entre las letras algo que es esencial?
Es correcto escribir en cifras los millares, millones, billones, etc., pero no los miles.
Por debajo de los 10 mil habitantes, una ciudad es un barrio.
Sobrepasados los 10 millones de habitantes, una ciudad es un pandemónium.
Y con eso parece que estaría todo solucionado; pero no. Ocurre, muy a menudo, que en una frase, una página o un libro se dan condiciones que prescriben palabras y otras que prescriben cifras; si se siguen estrictamente, el texto acaba teniendo una cosa y la otra, y la sensación que da es de descuido, de no haber unificado criterios.
La previsión es que acudieran unas veinticinco mil personas, pero la venta de entradas certificó que solo acudieron 23 579.
La primera cantidad es aproximada, así que mejor ponerla en letras; la segunda es precisa y formada por más de cuatro palabras, así que le corresponde ir en cifras. ¿Qué hacer? Como parece un informe técnico y debe primar la claridad, parece sensato poner todas las cantidades en cifras. Bien, una decisión tomada; salvo que en la misma página puede aparecer la frase siguiente:
De las personas que se colaron sin acreditación, 3 se marcharon enseguida y 1 no quería abandonar la sala.
El 3 no queda muy elegante, pero ese 1 ya es un horror, así que la decisión de poner todas las cantidades de personas en cifras parece hacer agua. En casos así (y siempre que hay cantidades en el texto acabas encontrándote con ellos), hay que tomar decisiones, sabiendo que nunca serán buenas.
Un criterio que se sigue con frecuencia es escribir en palabras todas las cantidades inferiores a 10 y con cifras de 10 en adelante; con eso se evita que quede un guarismo solo, que siempre parece un poco perdido en medio de las letras.
Y ya de mi cosecha y sin que los avale autoridad alguna, un par de criterios que favorecen a todo tipo de escritos:
• Que el lector no se encuentre un texto lleno de obstáculos para la lectura (evitar cosas como de los trescientos cincuenta y siete mil doscientos sesenta y dos millones de euros, solo el quince por ciento…).
• Que la visión del texto no sea chocante para el lector (evitar cosas como había 1 solo asistente y se sentaba en 1 de las 50 sillas centrales).
Claro que también se podría debatir si la uniformidad es mejor que la diversidad en un texto; si unificar es lo que hay que hacer en vez de pensar qué va mejor (más legible, más fácil de retener, más estético…) en cada párrafo o en cada frase o para cada concepto.
Para otra dosis de atutía quedan las respectivas escrituras de fechas, horas, coordenadas y alguna expresión más habitual en textos corrientes.